No acababa de creérmelo que iba a ocurrir, pero sí, ha ocurrido: hemos ahorcado a Sadam. Digo hemos porque me temo que si hacemos una encuesta entre la gente corriente de la calle, mucho más del 50% estará contenta y satisfecha de que le hayamos dado su merecido .
Esta sociedad en la que estamos inmersos no puede ser más hipócrita: nos hacen ver por todos los medios (gubernamentales, de información, etc) que nuestra democracia hunde sus raíces en los principios de los Derechos Humanos. ¿Es humano ahorcar a una persona? Definitivamente NO. No lo es aunque esa persona sea el mismísimo demonio.
Si no demostramos que somos capaces de hacer algo más que esos criminales, ¿con qué razones nos podemos autodefinir como demócratas respetuosos con los principios fundamentales?
En fin, que no me creo nada: ahora, las próximas generaciones tienen la demostración de qué mundo futuro les espera. ¡Y que a esto lo llamen mundo industrializado...!
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